Santidad y Consagración
Hoy en nuestros días el hablar de SANTIDAD y CONSAGRACION se han convertido quizás en temas polémicos, o se ha tenido una mala interpretación de lo que en verdad consiste. Hablare de manera separada de lo que es la “Santidad” y la “Consagración”.
La palabra “Santidad” deriva de Santo y lo que significa es ser apartado, consagrado, dedicado, perfecto, libre de culpa, una persona virtuosa, fiel, limpia, pura, intachable, irreprensible. Una lista quizás larga y en algunas veces difícil de llegar a ese grado de santidad. Pero puedo recordar que Dios nos hizo linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para proclamar las obras maravillosas. Y que fuimos creados a su imagen y semejanza, así que se puede lograr.
La santidad no solo tiene que ver con el pudor, o con la manera de vestirse como se ha manejado por largo tiempo y que no menos importante, la santidad tiene que ver con el Temor a Dios, con una purificación diaria de corazón, de mente, de labios, una decisión de no contaminarse, de mantenerse en la justicia de ser los Hijos de Dios, que tenemos una vida diferente a los demás. Se debe de buscar estar en este estado de SANTIDAD como dice en hebreos 12:14 “busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá a Dios”.
En la búsqueda de significados de lo que es santidad, de vivir una vida santificada, de ser SANTOS me lleva a mencionar que ser santos es que se tiene que vivir separado para el servicio y a la adoración de Dios, que en ocasiones nos tendremos que alejar hasta de relaciones que me pueden distanciar de Dios.
La santidad personal consiste en reconocer la soberana posesión de Dios e intencionalmente rendirse ante su autoridad voluntariamente, una vez cuando le aceptamos y diaria hasta su regreso.
Antes de vivir una vida santificada existe la “Consagración”. La consagración es la dedicación de una persona o cosa para el servicio de un culto religioso o directamente a Dios. Deriva del latín “consacrare” que es hacer sagrado. “Sacro” es aquello que pertenece a un orden de cosas reservadas.
Podemos ver que Dios es el que nos ha dado el honor de servirle, en primer lugar Dios llama, se ofrece y pide tomar posesión del hombre y como consecuencia el hombre responde dándose, declarando con esto que todo aquel que es consagrado a Dios es Exclusivo de Él.
Un ejemplo claro de consagración lo puedo ubicar en Éxodo 28:40 al 43 como a los hijos de Aarón, ellos fueron elegidos por Dios para estar en el sacerdocio y tenían que usar una ropa específica, tuvieron que ser ungidos y no llevar pecado. Lo que implica que para servirle a Dios necesitamos una separación de todo lo que no es agradable a sus ojos. En levítico 8:18 al 28 se vuelven a mencionar a los hijos de Aarón que serian ungidos por Moisés y lo que quiero resaltar es que Moisés ungió los oídos, los ojos, las manos y los pies; para llevar un servicio santo debemos consagrar todo nuestro cuerpo ya que el no habita en templo hecho de hombres, Él habita en nosotros. Abram es tambien un ejemplo claro de vivir una vida consagrada a Dios y los resultados que le trajo vivir en esa condición.
Puedo concluir que vivir una vida consagrada y estar en santidad tiene que ver con una decisión. De proponerse en el corazón no contaminarse como lo hizo Daniel. Despojarse de toda inmundicia y maldad. Es una tarea diaria el conservarse limpio de la corrupción de este mundo, guardándose de no mancharse.
Nuestra oración debe de convertirse en que Él nos purifique, que nos lave, que haga un corazón limpio. Y esto se consigue leyendo su palabra, con que no se aleje de mi su presencia, que su Espíritu Santo permanezca siempre, que su alabanza este de continuo en mi boca. Y siempre teniendo presente que la voluntad de Dios será mi prioridad.
Gracias Gaby, hermosa explicacion.Muchas Bendiciones.
ResponderEliminarExcelente y muy bella enseñanza más me enamoro de la palabra de Dios sin santidad nadie vera aDios muchas bendiciones.
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